Intersección de Antonio Stronatti, Avda. Independencia y Avda. Los Constituyentes.
Es parte del plan ferroviario que tuvo Entre Ríos, en el que se planificó la existencia de estaciones de primera, segunda y tercera categoría.
En este caso, los apeaderos eran estaciones de tercera categoría: refugios, sin ningún tipo de administración ni autoridades de tránsito ferroviario, donde podían bajar y subir los pasajeros. El tren sólo paraba lo necesario para que los pasajeros se suban o bajen. Al boleto lo cobraba el guarda, arriba del medio de transporte.
Una curiosidad es que cuando se construyó el ramal ferroviario en 1916/17, desde Diamante a Crespo, los terrenos eran inundables en la zona que divide el barrio Guadalupe y Azul del resto de la ciudad. Por este motivo, se tuvo que realizar una obra enorme para la época y rellenar todo el sector que iba a ser afectado en las vías. En esta actividad trabajaron muchas personas; los carros rusos trasladaron montículos de tierra, con poca capacidad y tracción a caballo, palas de punta, pala anchas y palas de zapa.